Negocios familiares
Una empresa familiar es aquella, como bien indica su nombre, creada y administrada por una familia. Son iniciativas de negocios que normalmente suelen persistir por varios años gracias a que son el patrimonio fundamental de una familia y son sus miembros los principales acreedores y beneficiarios de este.
Las empresas familiares no están definidas por su tamaño, pueden ir desde pequeños negocios hasta grandes corporativos. Su continuidad está supeditada a su complejidad y el número de miembros internos y externos involucrados.
Existen grandes negocios reconocibles en el mundo como Chedraui que nació como empresa familiar y poco a poco logró expandirse hasta convertirse en una de las corporaciones más grandes en su ramo. México es, de hecho, el quinto país con mayor número de empresas familiares en el mundo.
¿Cómo asegurar el legado empresarial y la continuidad de la empresa familiar?
Dado que un negocio familiar representa la base del patrimonio de sus miembros, es imprescindible que sus fundadores y las generaciones venideras cuenten con un Plan de Sucesión, esto ayuda a garantizar la continuidad de la operación y permite la trascendencia de un legado empresarial.
Las transiciones de generación en generación pueden ser un fracaso si no existe una estrategia que permita a los más jóvenes asumir el liderazgo. La sucesión representa uno de los retos más importantes de las empresas familiares.
El fallecimiento del socio fundador o el principal accionista o la jubilación de los líderes son razones para que algún otro miembro tome el timón de la empresa. A sabiendas de que estas causas son inevitables, es fundamental trazar un plan con tiempo y preparación que permita asegurar el futuro.
Además, contar con un plan ayudará a dar tranquilidad a toda la familia, así como a llegar a acuerdos sin conflictos infranqueables entre los posibles herederos.
Plan de Sucesión
El éxito de la sucesión radica en su planeación previa. Es importante que desde tempranas etapas, los miembros de la familia se involucren en los procesos de la empresa, con el propósito de prepararlos, al tiempo que se establecen roles de acuerdo con las habilidades de cada uno.
Para establecer quién será la o el sucesor se debe definir el perfil más adecuado y establecer un marco corporativo para ayudarle a manejar el negocio. Recuerde, además, que no solo se trata de designar al hijo mayor, sino de identificar al talento heredero con base en el cumplimiento de ciertas condiciones, intereses y habilidades, para determinar quién será el mejor para tomar el mando.
También es importante tomar en cuenta que todos los liderazgos son distintos, no es posible esperar que en este ámbito aplique el dicho: “de tal palo, tal astilla”, los sucesores contarán con sus propias ideas e iniciativas y este plan le ayudará a saber quién es el más adecuado.
A continuación le compartimos los puntos más importantes para lograr el proceso de planeación.
Anticiparse a la sucesión de la empresa familiar
Como mencionamos arriba, el retiro o el fallecimiento son inevitables, los líderes veteranos se han ganado el derecho a descansar, mientras que todos debemos trascender a otra vida.
Con eso en mente, este plan de sucesión puede establecerse mucho tiempo antes de que lo inevitable suceda y no demorarlo. Si estas condiciones se cumplen y no hay un plan, la sucesión será un tremendo fracaso.
De acuerdo al estudio de KPMG, Perspectivas de Alta Dirección en México 2022, se muestra que el 33% de las empresas consideran un riesgo relevante no contar con un plan de sucesión de los puestos claves de la empresa. Es momento de anticiparse y planear.
Guiar y preparar a las nuevas generaciones
La tarea de los líderes es interesar a las nuevas generaciones por el negocio y a formar parte de él. Los hijos, sobrinos o nietos deben ser preparados para participar y ser potenciales candidatos a dirigir una empresa con legado.
Por lo que es importante que desde una edad adecuada asuman roles en la empresa, se preparen para dirigirla, aprendan del negocio y se sientan listos para ser los líderes.
No espere que solo porque sí, su decencia desee continuar con su sueño, es importante guiar su pasión, desarrollar las habilidades y demostrarles confianza, sin que su elección responda a un capricho personal, sino a una capacidad de dirección que pueda llevar a las empresas a buen puerto.
Transición ordenada
Con un plan establecido para evitar las prisas, es muy importante que si aún no es tiempo para un nuevo líder, se sigan etapas muy puntuales para demostrar el talento del candidato, que adquieran más conocimiento y cuando el momento llegue, el cambio sea ordenado.
Es importante decir que las relaciones familiares en donde la economía de todos se ve afectada pueden surgir malos entendidos. Por esta razón se recomienda un plan bien establecido y por etapas. La sucesión no puede ocurrir de un día a otro por urgencia.
Cuentas claras
Dicen que “hasta en las mejores familias se cuecen habas”, y es por esto que las empresas deben ser claras y transparentes, sobre todo en un negocio familiar. La responsabilidad financiera será tomada por otras manos y lo más deseable es que todos sus participantes conozcan estos detalles.
Decisiones en conjunto
Al ser una empresa familiar, no se debe optar por la imposición del líder fundador o de turno. La conversación sobre retos, futuro, planeación, recursos, estrategias, etc, deben gestarse y concretarse al interior de la familia a través de acuerdos.
Todos los participantes del negocio deben participar en estas decisiones para evitar problemas en la operación del negocio. Las emociones pueden ser un reto complicado de superar, sin embargo, con diálogo es posible llegar a determinaciones que beneficien a todos.
Un plan de transición debe gestarse desde temprano, un nuevo líder siempre debe pensar quién lo va a suceder, identificar el talento, enseñarle las responsabilidades y prepararlo para que en el futuro, garantice la existencia del negocio que tantos años ha costado.