Con la incorporación de nuevas generaciones en el lugar del trabajo, el liderazgo dentro de la empresa requieren una transformación. Hoy en día la figura monolítica que tomaba todas las decisiones está caduca. La colectividad se ha impuesto para abrir paso a una diversidad de voces con nuevas ideas, propuestas y formas de guiar a la fuerza de trabajo.
Retos del futuro
Vivimos en una época en constante cambio y evolución; el uso de tecnologías, los problemas globales y un pensamiento más abierto redefinieron la forma en que trabajamos. Y esto continuará.
Los líderes del futuro deberán adaptarse para configurar empresas innovadoras que trascienden en el tiempo a pesar de cambios bruscos. En el horizonte cercano podemos observar:
- Mayor demanda en las posiciones que requieren más tecnología y capacitación.
- Cambios en la producción debido a las nuevas políticas mundiales para el cambio climático.
- Una nueva filosofía de integración de grupos vulnerables.
- Aceleración en la evolución de procesos para lograr dar respuesta a la demanda de una población creciente.
- Nueva ética empresarial basada en el respeto de las personas y su integridad.
- Integración de las mujeres en puestos de liderazgo con alcances de transformación
- Capacidad de recuperación ante tiempos difíciles.
- Necesidad de líderes inteligentes y estratégicos con miras al futuro.
- Trabajo en equipo más horizontal con gestiones colaborativas.
Estos son algunos de los retos que los líderes enfrentan ahora y que deben significar una oportunidad para fortalecer el negocio a largo plazo.
Habilidades para un liderazgo fuerte y resiliente
Los nuevos liderazgos podrán enfrentar los retos del futuro siempre y cuando opten por direcciones que cuenten con la habilidad de recuperación y resiliencia.
Un líder fuerte no se define por imposiciones o autoritarismo, en donde la responsabilidad y poder recaiga en un solo individuo, sino en personas que sean capaces de integrar de forma más horizontal el trabajo en equipo, que inspire y no solo se dedique a dar órdenes.
Con los cambios convulsos que hemos enfrentado en los últimos años, las empresas con líderes capaces de transformarse integralmente, han permanecido en la competencia.
Se trata de adoptar modelos de recuperación basados en la participación de todos los integrantes con elementos de confianza, escucha y cooperación. La resiliencia viene acompañada de la empatía, el pensamiento estratégico y la apertura al cambio.
Un líder con la capacidad de resiliencia que invite a la integración, logrará que su empresa tome nuevos caminos que lo lleven a buen puerto. No se trata solo de pensar en la pérdida económica, sino en cómo conservar al talento e impulsarlo para garantizar una óptima producción.
Para lograr lo anterior, también es importante que las políticas laborales vayan un paso más lejos que solo el respeto a las leyes. Se debe lograr un equilibrio entre los objetivos de la empresa y los de los individuos que la conforman. Ellos serán fundamentales frente a la recuperación.
Mujeres como líderes empresariales
Hoy es mucho más común ver mujeres en posiciones de alto rango tomando decisiones importantes. Más allá de que ellas han priorizado sus carreras profesionales frente a otros deseos personales, cuentan con ideas fuera de lo ordinario y se les caracteriza por contar con una mayor capacidad de empatía, lo que ayuda a guiar de mejor forma a los equipos de trabajo.
Sin embargo, continúan enfrentándose a dificultades como el llamado ‘techo de cristal’ en donde aún están limitadas a alcanzar los puestos más altos, la brecha salarial y la vulnerabilidad en el lugar de trabajo.
Es labor de todos terminar de integrar a este grupo de trabajadoras, que han demostrado su capacidad de liderar. De acuerdo con el IPADE las mujeres que forman parte de consejos directivos o que son las líderes, logran un ROI hasta 3% mayor que aquellas empresas que solo están dirigidas por hombres.
Es inminente que las mujeres alcancen nuevas posiciones para lograr adaptarse a los cambios actuales y enfrentar nuevos desafíos; ellas proveerán, además, de lugares de trabajo más seguros y centrados en las personas.
Inteligencia estratégica para planear el futuro
Es momento de pensar cómo lograr establecer un liderazgo adecuado para el futuro. Los cambios que hemos experimentado hasta ahora son consecuencia de una ola urgente de transformación.
Pero conscientes de que más transiciones están en puerta, es momento de cultivar el pensamiento estratégico y planear para lograr adaptarse.
Primero es importante asumir que todo está cambiando, que el futuro no es estático y que los negocios que no se transformen, estarán destinados al fracaso.
Un liderazgo con inteligencia estratégica piensa en el crecimiento conjunto, en donde la fuerza de trabajo es fundamental. Se requiere encontrar nuevas soluciones para ayudarles a desarrollar nuevas competencias, al tiempo que tienen un equilibrio entre el trabajo y la vida.
Las empresas que respetan los tiempos personales de sus empleados, son negocios organizados con un plan bien establecido que logran sus metas sin necesidad de recurrir a largas jornadas de trabajo.
Además, ayudan a sus empleados a desarrollarse en otras áreas o a fortalecer sus conocimientos previos con el objetivo de hacerlos crecer. Contar con estrategias de gestión centrada en los trabajadores, ayudará a alcanzar las metas en un menor tiempo y bajo mejores condiciones.
¿Qué tipo de liderazgo desea ser?
Existen múltiples estilos de liderazgo, pero antes de cambiar, deberá preguntarse: ¿qué tipo de líder soy y qué tipo de líder deseo ser?
Para responder la segunda pregunta, debemos empezar por: ¿qué tipo de empresa quiero desarrollar? ¿Una empresa responsable con resultados óptimos en su mercado, una empresa productiva con políticas poco empáticas, una empresa que quiere trascender o un negocio que lo saque del paso?
Una empresa responsable con su equipo, que respeta a sus empleados, que los impulsa y se preocupa por su entorno, es sin duda, una que alcanzará los mayores éxitos. Se ha observado que los países que cuentan con más tiempo de vacaciones o descansos, incrementan su productividad per cápita.
México, de acuerdo con la OCDE, se coloca en el penúltimo lugar de productividad laboral, siendo el país que cuenta con menor número de días de vacaciones y horarios laborales más extensos que el resto de los países de la Organización.
Aquí es donde entra en juego qué tipo de líder desea ser para hacer frente a los retos ya expuestos. Los líderes del futuro deben ser más empáticos, abiertos y colaborativos.
Es tiempo de acabar con la figura autoritaria que solo piensa en trabajar. Un líder destinado a trascender en el tiempo es aquel que crea políticas únicas para cuidar de su planta laboral, que planea con tiempo, que es flexible y empático.
¿Ya definió el tipo de líder que su empresa requiere?