En los últimos años hemos escuchado constantemente el concepto ‘procrastinación’, que es la tendencia de aplazar las tareas por múltiples razones. Una de las principales es la constante distracción que padecemos debido a las redes sociales.
Y la procrastinación se puede convertir en un mal hábito difícil de superar, tanto para el individuo como para un equipo de trabajo. Sin embargo, no se trata solo de que dejemos todo para después, un ambiente desmotivador, jornadas de trabajo extenuantes o altos niveles de estrés impulsan este comportamiento.
Pero es posible evitar que la procrastinación afecte a tu equipo de trabajo con acciones simples de implementar. Acude a tu área de RRHH y a tus líderes de equipo para que te ayuden a identificar si esto es un problema y ayúdalos a combatirlo.
Las metas no se cumplen en tiempo y forma
Es posible que tu equipo no esté procrastinando y simplemente no tenga claras las metas a cumplir. El desglose de actividades a realizar en un tiempo específico les ayudará a trabajar por objetivos.
Es posible instruir una división de tareas más certera para que el avance sea realmente notorio. La planeación es clave.
Identifica y evita las distracciones
No se trata solo de pedir a sistemas que bloqueen las redes sociales de tus empleados, sino de trabajar en el clima organizacional, al final del día todos tenemos derecho al esparcimiento y las interrupciones pueden tener beneficios en la productividad, pero establecer tiempos y espacios es lo ideal.
El manejo del tiempo es ideal
El tiempo es dinero, dicen por ahí, pero establecer horarios no es suficiente. Para que un equipo sea verdaderamente productivo, te sugerimos utilizar el método Pomodoro para la administración del tiempo, que consiste en 25 minutos de trabajo continuo con 5 minutos de descanso, y después de cuatro intervalos, un descanso de 15 minutos.
Hacer que tus trabajadores estén sentados 8 horas no los hará producir más, al contrario, estas pequeñas pausas les permitirán despejarse y seguir trabajando con la mente más clara.
Recompénsales
Todos tenemos claro cuáles son nuestras obligaciones, sin embargo, cuando se alcanza una meta, las recompensas son motivadores importantes para su productividad. Pueden ser recompensas simples, desde el reconocimiento verbal hasta bonos económicos.