La rapidez con la que evoluciona la tecnología y aumentan las expectativas de los consumidores convierten el mercado en un mar turbulento, donde sólo los navegantes más resilientes llegan al puerto; en tanto, las organizaciones que no se adapten con rapidez estarán destinadas a un naufragio seguro, sin importar su tamaño, facturación o reputación. Éste es el caso del 75% de las empresas estadounidenses que forman parte del índice Standard & Poor’s 500 y que se prevé serán reemplazadas para el 2027, reduciendo el tiempo de permanencia de 25 años (en los años setenta y ochenta) a solamente 15 años.
En la lucha por la supervivencia, ser resiliente es la clave
Si la facilidad de adaptarse es una habilidad vital cuando se trata de subsistir, conviene especificar cómo pueden las empresas desarrollarla. De acuerdo con Yenny Cano, directora general de Portafolio de Negocios, las organizaciones deben contar con una visión de futuro: “Se trata de anticipar los cambios casi de forma rutinaria y abordarlos proactivamente; en este aspecto las organizaciones no están solas, las sofomes estamos para ayudarles a atravesar cualquier bache en el camino”.
Ser una empresa resiliente requiere de disciplina y del desarrollo de cuatro enfoques:
1. La información es la materia prima de cualquier decisión. Hoy en día las organizaciones necesitan información para generar conocimiento del mercado y definir el rumbo de sus negocios. El valor de este activo es tan trascendental que también se debe pensar en niveles de disponibilidad, protección, planes de continuidad y de recuperación de desastres. Este tipo de iniciativas implican mayor trabajo y costo para las organizaciones, pero en caso de desastre o interrupción, puede hacer toda la diferencia entre permanecer o desaparecer del mercado.
2. Conocer cómo opera la organización. Tener conocimiento y visibilidad de cómo trabaja cada área de la empresa, permite identificar y fortalecer los factores que garantizan la operatividad, además que ayuda a encontrar las áreas de oportunidad adecuadas para prosperar. La tecnología y la innovación son vehículos indispensables en este enfoque. Por ejemplo, a través de las plataformas en la nube, empresas de todos los tamaños acceden a herramientas antes exclusivas de grandes corporativos; mientras que en los próximos cinco años se espera aumentar la presencia de la industria 4.0 en México, según especialistas de la firma consultora PwC.
3. Crear una cadena de suministro estratégica. Gestionar la cadena de suministro con un enfoque estratégico ayudará a aumentar la rentabilidad y generar una ventaja competitiva para la organización, no es un secreto que el éxito de grandes compañías está en su capacidad de entregar de manera rápida y gratuita. El uso de nuevos enfoques, como la logística transformacional es de gran apoyo para las empresas resilientes, pues se concentra en la creación de un plan de disminución de vulnerabilidades reduciendo la exposición al riesgo.
4. Agilidad económica y alianzas financieras. Prepararse para impactos futuros implica un costo, y las empresas no tienen que sacrificar el flujo de efectivo que respalda su operación diaria. “Es conveniente adquirir un crédito que dé holgura financiera a la organización, a la par que se invierte en iniciativas para aumentar la resiliencia empresarial. Tener una línea de crédito aumenta la fortaleza de las empresas y por supuesto su longevidad”, asegura la directora general de Portafolio de Negocios, entidad financiera que ha diseñado sus servicios basándose en el entendimiento que tiene de las necesidades que a diario enfrentan las empresas mexicanas.
Uno de los servicios que actualmente promueve Portafolio de Negocios es el Crédito Cuenta Corriente, una línea de crédito con la facilidad de realizar múltiples disposiciones, lo que conlleva mayor flexibilidad para los empresarios, quienes pueden decidir qué iniciativas conviene financiar, logrando objetivos de resiliencia y flujos de ingresos que pueden vincularse a los proyectos.
